Pasan ya más de dos semanas desde el viernes 15 de noviembre,
día en el que desapareció sin dejar rastro Ana Isabel Maqueda Arispón, una
joven marchenera de 28 años que residía hasta ese momento junto a su abuela.
Ese fatídico día, Ana Isabel aquejaba dolor de barriga
cuando su abuela salió del domicilio a temprana hora de la mañana. Cuando regresó,
la joven ya no estaba en casa y sólo se había llevado consigo su bolso y su
coche (un citroën c3 de color gris plomo) como cada día.
A lo largo de la tarde, su hermana, con la que comparte puesto
de trabajo, se extrañó de que no apareciera por la empresa para la que trabajan
y de que no avisara ni siquiera de su baja. Fue entonces cuando se percataron
de que algo había pasado con Ana Isabel.
Desde ese día, tanto familiares y amigos de la joven, como
la Guardia Civil, han destinado todos los esfuerzos para encontrarla, centrando
la investigación en el rastreo de todos los rincones de los alrededores de
Marchena y de Málaga, ciudad donde ella
trabajó durante un largo período de tiempo y donde convivió con su ex pareja,
que afirma encontrarse tan sorprendido como el resto de sus familiares.
Todos la definen como una chica responsable y tímida y es
por esto por lo que descartan que su marcha haya sido motivada por una decisión
propia.
La Guardia Civil ha clasificado el caso como uno de “riesgo
máximo” y ha intensificado la búsqueda por todo el territorio andaluz.
Mientras tanto, en su pueblo natal, se han llevado a cabo varias manifestaciones con el fin de encontrarla, a la que han respondido más
de 500 personas que han mostrado todo su respaldo a la familia de Ana Isabel.
En la última manifestación convocada por la familia,
Macarena Arispón, tía de la desaparecida, ha actuado de portavoz afirmando que “estamos
cada día peor, se te pasan mil cosas por la cabeza, parece que se la ha tragado
la tierra”. En su mensaje, también quiso
dejar constancia de que lucharán cada día para que Ana Isabel no caiga en el
olvido y aseguró que “se están revisando todas las cámaras de carretera en
busca de alguna pista, porque una persona no puede desaparecer como si nada sin
dejar ningún rastro”.
con la
esperanza de que se conozca la situación en todos los hogares de España, y
desde el Ecosocial, queremos unirnos y mostrar nuestro apoyo a la familia de
Ana Isabel sumando nuestro granito de arena a la difusión de su desaparición y deseando
una pronta resolución del caso con final feliz.
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